Hegan Bikes
Botellines ciclistas, hidrátate pero sin tóxicos
El botellín es un accesorio común e imprescindible, es un elemento que nunca falta en una bicicleta pero al que a veces no prestamos la atención necesaria y puede tener peligros ocultos que recomendamos evitar.
Es habitual detenernos en la composición de los alimentos transformados para identificar ingredientes no deseados, pero seguro que pocos os habéis planteado hacer lo mismo cuando procedemos a la compra de un botellín para la bici, os recomendamos que a partir de ahora lo hagáis.
La mayor parte de ellos están elaborados de plástico, un elemento que se utiliza de forma masiva en la industria en general y que al margen del impacto medioambiental que ello acarrea debido a su lenta degradación, tiene efectos en nuestra salud por la presencia de sustancias nocivas que pueden ser transferidos por los envases en contacto con el alimento, en nuestro caso agua o bebidas isotónica.
Ahora mismo es imposible concebir una vida sin plástico, las ventajas son aparentemente tan grandes, que su proliferación se ha llevado al extremo de ocasionar perjuicios al ser humano. Como siempre en esto de la salud el riesgo siempre se mide por la cantidad de veces que te sometes a él, no es lo mismo una utilización esporádica que una diaria.

Existen decenas de tipos de plástico que se diferencian en su composición pero los más numerosos serían los siguientes que se identifican por un número y así los deberíamos ver en aquellos envases que los contengan: (1) PET: Polietileno tereftalato, es la composición del 99% de las botellas de agua comercializadas. (2) PEAD: Polietileno de alta densidad (3) PVC: Policloruro de vinilo, con el que se fabricaban hasta hace unos años numerosos perfiles de ventanas (4) PEBD: Polietileno de baja densidad (5) PP: Polipropileno (6) PS: Poliestireno
En la siguiente tabla los diferentes plásticos y sus aplicaciones

En el caso de los botellines de plástico muchas de las marcas utilizan Po