Hoy os hablamos de un artículo que promete revolucionar la manera en la que hemos entendido el botellín con el que nos hidratamos durante nuestras salidas.
En alguna ocasión hemos hablado sobre las diferencias entre los distintos botellines del mercado, sobre todo en lo que a su composición se refiere, ello va a determinar la capacidad de este necesario recipiente de “ceder” elementos no deseables a nuestra bebida.
En una salida no debería haber problemas, la cuestión es que a lo largo de los cientos o miles de kms que realizamos sobre nuestra bicicleta acabaremos necesitando un gran consumo de agua o bebidas isotónicas y si el recipiente de transporte no es el adecuado.... no seremos nosotros los que alarmemos, en otro post hacíamos un análisis sobre los diferentes tipos de plásticos utilizados en los botellines, los recomendables y los que no deberíamos aceptar.
En cualquier caso nada como un recipiente de acero, podremos llevar agua, bebida isotónica, bebida caliente, fría con la seguridad de estar tomando eso, sin ningún aditivo maligno procedente del recipiente.
El problema del acero es precisamente su dureza que impide la hidratación durante la marcha, generalmente necesitaremos parar, hidratarnos y continuar, mucha gente ya lo hace y no hay problema.
La revolución que plantea Keego, es que ha conseguido dotar a su botellín de las propiedades inocuas de los mejores botellines metálicos con la elasticidad propia de los botellines de plástico.
El recipiente es estéticamente muy bonito y está formado por una fina capa interior de Titanio, recubierta por una finísima capa de plástico exterior a modo de protección, de esta manera nos aseguramos de que lo que entra en el recipiente es lo mismo que lo que sale en el momento de nuestra hidratación.
Por el momento está disponible en 3 colores y tiene una generosa capacidad de 750ml.
Incolora, inolora e insípida, unas propiedades que habíamos olvidado en el agua y que este revolucionario botellín pretende recuperar.
Precio: 60€
Tamaño: 24x7.5 cm
